Blogia
ENTRE LINEAS

Recursos Inhumanos (1)

Recursos Inhumanos (1)

Veramundo es el jefe de Recursos Humanos de una de las pocas empresas españolas que aún contratan personal. Ahora le ha tocado hacer una selección para una vacante de administrativo, administrativa para ser más exacto. Conceder el privilegio de trabajar,  en un País con más de cuatro millones de parados, le da a Veramundo una sensación de poder que nunca había experimentado. Era marcar el rumbo de la vida de aquellas personas. Sabía que de su decisión dependía el futuro de una de ellas.

 

Había recibido más de mil currículos en apenas dos semanas de colgar el anuncio en una de las páginas de búsqueda de empleo más populares de Internet. Esta vez se había encargado personalmente de depurar aquella lista llena de reponedores, licenciados en administración de empresa, derecho –muy a su pesar porque no le gustaba descartar a un colega- contables, diplomados en recursos humanos y todo un elenco de las más variopintas profesiones que no se ajustaban a los requisitos exigidos. Más reducida fue quedando la lista cuando marcó los límites de edad: de 22 a 35 años. Finalmente eliminó a los hombres. Todo un riesgo apostar por mujeres en edad de procrear, pero entre las sugerencias del responsable del departamento de dónde dependía la vacante que quería féminas y que a Veramundo le gustaba más que le halagasen su vanidad las mujeres que los hombres, le llevaron a cruzar dos rayas a los varones.

 

Entrevistó a veintidós mujeres en una maratoniana jornada que había durado desde las nueve de la mañana hasta las siete de la tarde. Veintidós historias diferentes. Veintidós estilos. Veintidós inmaculados currículos que venían que ni pintados al lugar de trabajo ofertado (o así se lo vendieron las aspirantes). Veintidós mujeres que lo sonreían cuando él daba la señal de sonreír. Al final se quedó con ocho y concluyó que para elegir a la candidata era necesaria una segunda vuelta entre las elegidas. Desde la central le dijeron que no. Que hacer una segunda entrevista significaba emplear más recursos y no merecía la pena hacerlo para un simple puesto de administrativa. Había que arriesgar por una de ellas y pensó la manera de hacerlo. Recordó lo que había observado por la mañana cuando las candidatas esperaban. Había visto cómo los varones que pasaban por aquella sala miraban a una de ellas. Incluso alguien de por allí le hizo un comentario sobre las maneras, las buenas maneras de aquella mujer. Veramundo puso de nuevo atención a su currículo, especialmente en su foto. Era guapa, refinada y con un excelente timbre de voz. Su historial profesional tampoco desmerecía el de las otras siete finalistas. "En fín" concluyó "elegir a la que tiene las tetas más grandes no deja de ser un criterio tan válido como otro cualquiera". Sonrió al pensar que en la próxima selección pediría la foto de cuerpo entero a las candidatas y las medidas de sus atributos para ahorrarse el trabajo de tener que decidir sobre otras cuestiones más prosáicas. 

La semana que viene le daría la buena nueva. A todos.

 

  

5 comentarios

RIVA -

YO CREO QUE LE CONTRATO PARA LEVARSELO A SU CAMA COMO EN ALGUNAS SITUASIONES PASAN

Violeta -

Es de esperar que un hombre se fije en la delatera de una mujer, jamas olvidara donde tomo su pirmera comida.

Besitos dulces.

Abril -

Ya me lo decía mi abuela “ Con elegancia y saber estar siempre tendrás abierta la primera puerta, la segunda te la tendrás que ganar” Aunque… también me dijo que me casaría con un marqués. ;-))

María José -

A pesar de ser mujer y de sobrarme delantera no me gusta un pelo.
A mi esa selección no me sorprende para nada. Donde yo trabajo mi ex jefe todo un profesor y director de Área, así como su superior, también un exvicerrector de universidad y catedrático, son ex porque ya no son ni director ni vicerrector, (a todo cerdo le llega su San Martín), elegían a las becarias mirando su expediente, su escote y sus piernas, aquella que tenía más escote y menos falda era la seleccionada y si sonreía mejor.
Daban ganas de darles un baberito cada vez que había una selección de becari@ que siempre acababa siendo becaria.
Incluso una vez por dar una charla de 10 minutos la becaria cobró más que los profesores que su charla duraba tres cuartos de hora, es decir, la becaria cobraba por 10 minutos 100€ y los profesores (tanto hombres como mujeres) por tres cuartos de hora 60€.
Mejor no sigo.
Besitos humanos

gaia07 -

Perdona, de inhumanos nada. Volvemos a criterios de selección natural como en la edad de piedra.
Un caso parecido ocurre en la selección de empresas lideradas por mujeres. Ha de ser joven entre 22 y 30, años, con fuerza física suficiente y visible, que resista la carga de todos aquellos objetos que nosotras no podemos levantar, cargar, subir y apilar.
El orden natural de las cosas, las bellas y los fuertes a trabajar, el resto debemos dedicarnos a la filosofía, al arte, y a la inventiva.
Empieza un nuevo orden, las épocas de crisis son las propicias para los cambios, y este ha de ser muy profundo.
Manos a la obra.